pepas con recomendación médica divina

Monday, February 27, 2006

Terminar de conocer

Cuando aún trotas en mis frases.
Donde deberías estar conmigo
Porque no hay justificación para olvidarte

la realidad se vuelve boceto

el papel se arruga

Los consejos suenan útiles
Hasta que vienen de ti
Y las frases trilladas
se estrellan, marmotean

Al fin nos conocimos
En nuestros caminos separados
Terminamos

Monday, February 13, 2006

Imposible

Cuanto menos pensaba en ella era mejor.
Su falda...
No se permitía pensar en ella ni dos segundos seguidos.
La punta de su escote...
La boca le temblaba, los dientes se chuequeaban y la lengua se contorneaba.
Su rosada piel...
Era voraz su capacidad de destruir sus propios pensamientos. Lo que le brotaba de la mente.
Sus labios...
Se remordía los labios y se raspaba la frente con sus uñas mordidas. Sudaba.
¡Rojos! Sí, ro...
Probaba su sudor salado que le caía desde la frente y barbilla. Lo degustaba aún dentro de su boca.
Su carita, finita, inocente...
El polo mojado, los dedos con escalofríos saliéndose de las manos y pies, y los vapores de la espalda acompañaban a su inquieto cuerpo.
Hermoso busto, hermoso...
Empezó a gotear la sangre que emanaba de los rasguños en su frente. Los ojos le temblaban y sus párpados se entre abrían involuntariamente. Ya era casi imposible dejar de pensar en el busto, labios, piel, escote, falda... falda de la que cual salían esas piernas moldeadas, coquetas, tímidas y vírgenes...
El pelo se le caía y ya era imposible dejar de verla en su mente. A su costado. Con su cuerpo enredado en ella.
Viviría imposible en el mundo y sólo quedándose con esa imagen de la única vez que la vio; muerta en su ataúd.

Sunday, February 05, 2006

Adivinanza

Eres parte del todo, pero siempre faltas. La que es ininteligible a simple vista, ya seas grande o diminuta, de color entero o hecha una paleta de colores. La que se tiene primero, y por ello, la que más te complica, y sin embargo, la que tenemos presente en todo el juego. La que convierte, el juego, en algo personal, único. Eres de las que nunca sobra. La que se pierde, y no pide ayuda. La que se cuela en otras parecidas a ti, pero nunca iguales, o de las que se aleja mientras prestas atención a las otras. La que no está nunca en los bordes, pero siempre cerca. La que no encaja en primera. Y la que, por último, hace que todo sin sentido (incluyéndome) se detenga. Eres la pieza de rompecabezas.