pepas con recomendación médica divina

Monday, January 23, 2006

Clemencia de la Niebla

El sol empieza el día pudriendo la sangre de algunos desfallecidos. Estos, algunos en realidad vivos aun, llenos de moscas en sus magulladas heridas, están perdidos de la vista de cualquier persona o animal que pudiera ayudarlos, o recogerlos. Salvo algunos buitres y gallinazos que vuelan en decenas circulares encima de ellos, nada más los ve. Tirados por el campo, en posiciones incomodísimas, aun para los ya muertos, apestan cada vez más el ambiente que los rodea, y por más fuerte que llegara a ser su hedor, no serán salvados de la muerte indecente.
Así empieza el día para los heridos post-guerra de verano.

Aunque tal vez, con algún temblor climático, el sol se oculte de entre algunas nubes, formadas por aguas saladas cerca de los cuerpos yacientes, y solo por esas nubes tal vez el sol deje de quemar a los cuerpos mientras que una neblina fría espante a los buitres y gallinazos, y deje morir fríamente a la muerte misma. Así solamente los cuerpos quedaran solos, y en paz.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Or just wait for winter to arrive and save you. Sometimes the fog is not just the answer but the escape, the escape from a shinny, happy day (as REM would say), the escape from sorts of happiness we are not accustomed to, or don't want.... be clear, or is the fog you need, or it is the winter you claim.

8:58 PM  

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